Y es que Pampelmusa se fue de feria hace un par de semanas. Nos encomendamos a San Antonio (esta vez no para lo del novio, sino para lo de las ventas...) y pusimos rumbo a Agudo, Ciudad Real. Hace siglos en esta feria se vendía ganado; hoy se vende de todo: quesos de la tierra, productos de mimbre, ropa, calzado, juguetes, muebles, mermeladas caseras... No se me ocurre evento con más solera para estrenarse.
Después de tres días de nervios, risas, bailes y coches de choque con los amigos, llegamos a Madrid con un queso, menos jabones y nada del licor de limón que hice para la ocasión... ¡Triunfó tanto o más que los jabones! Como prometí, ahí va la receta:
Ingredientes:
12 limones (algunos más verdes que otros)
1,5 litros de vodka
1,5 litros de agua mineral
750 gramos de azúcar
Preparación:
Se quita la piel a los limones evitando la parte blanca, porque amarga. Se maceran durante 15 días en un tarro de cristal a oscuras con el vodka. Se cuela el resultado, se mezcla con el almibar, hecho con el agua y el azúcar, y se embotella. Tras un par de días estará listo para beber, frío o del tiempo. La densidad del licor dependerá de la densidad del almíbar... hay que tener paciencia y remover mucho. Es importantísimo esterilizar el tarro de cristal y las botellas.
Muchas gracias a los anfitriones, a la compañía y a todos los que me prestaron cestas (espero que en la única foto que tengo veáis lo bonitas que quedaron).
