domingo, 13 de noviembre de 2011

La cosmética del siglo de las luces #2

El Palo de Brasil o Peranmbuco es el árbol nacional de Brasil. Su madera, que da una tintura roja llamada brasilina, es muy valorada para el uso de instrumentos musicales.
En Europa, durante el Renacimiento, se importaba en polvo desde Asia, para teñir terciopelo. Cuando los navegantes portugueses llegaron a Brasil en 1500 vieron en la abundancia de este árbol su mejor negocio. Talaron sin cesar, dejando los bosques prácticamente vacíos, y dieron a la corona portuguesa el monopolio de este mercado, que estimuló el contrabando y hasta ataques piratas contra sus buques.

 Francisca María de Orleans por François de Troy

Su tintura también sirvió para que las féminas del XVIII fabricaran en casa su propio carmín, con esta receta:

El método turco para preparar carmín

Dejar en infusión durante 3 o 4 días medio kg de polvo de madera de pernambuco en vinagre de vino blanco.
Hervir durante media hora y colar con un paño de lino blanco.
Disolver media libra de alumbre en vinagre de vino blanco.
 Mezclar ambos líquidos y hervir, removiendo con una espátula.
Espumar y dejar secar.


A día de hoy el pernambuco sigue en peligro de extinción, pero el mercado de su madera aún no está prohibido. Sus mayoristas trabajan asociados en la IPCI (Iniciativa Internacional para la Conservación del Pernambuco) para su reforestación, ya que no se ha encontrado mejor sustituto para fabricar los arcos de los instrumentos de la familia del violín gracias a sus cualidades sonoras, rigidez, flexibilidad, densidad, belleza y capacidad para conservar su curvatura.

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